Buscando la reacción de las sociedades ante las consecuencias socioeconómicas del envejecimiento de las poblaciones y ante las necesidades especiales de las personas de edad, en agosto de 1982 en Viena-Austria se realizó la I Asamblea Mundial sobre Envejecimiento que concibió y aprobó un Plan de Acción Internacional, con el fin de encaminar acciones para garantizar la seguridad económica y social de las personas de edad, así como de generar oportunidades para que esas personas contribuyan al desarrollo de sus países.
El Plan presenta recomendaciones de acción en siete áreas claves: sanidad y nutrición, protección de los consumidores de edad, vivienda y medio ambiente; familia; bienestar social, seguridad de Ingresos; y educación.
La vejez representa el ciclo final del proceso de envejecimiento. Por ello, las condiciones en esta etapa dependen del desempeño, logros y frustraciones, de los períodos precedentes. Algo similar sucedería con otras etapas de edad avanzada. La adultez dependerá también de la preparación brindada en la juventud y la niñez, etc.
El rasgo de la vejez radica en que las personas ya no tienen muchas posibilidades de mejorar su calidad de vida. La disminución natural de la capacidad física y el esquema de valoración social imperante en las sociedades occidentales (competencia, productividad, individualismo, entre otros.),generan marcadas restricciones de tipo económico y social para los adultos mayores.
En Colombia las personas en senectud, en especial las de bajos recursos, son un grupo objetivo hacia el cual se focalizan acciones de la política social. Entre ellas se cuentan programas específicos de educación, subsidios monetarios y en especie, recreación y salud. Para el Gobierno es claro que dichas acciones, aunque necesarias, no garantizan la erradicación de la pobreza y la marginación en la tercera edad en un contexto dinámico a través del tiempo, debido a su naturaleza asistencial.
Si en las etapas precedentes no se brindan los mecanismos de acumulación y de inclusión social, Esos graves problemas perdurarán en la etapa de senectud de todas las generaciones, incluidas las Más jóvenes y las que están por nacer.
El proceso del envejecimiento abarca 3 actitudes que son muy importantes en el momento de asumir un cambio inevitable.
La actitud de la familia:
En muchas ocasiones las relaciones con los hijos cambian ya que los mismos los ven como una carga y como alguien que ya aporta poco. Es por esta razón por la que muchas familias deciden ingresar a sus adultos a los centros gerontológicos.
La actitud ante la muerte:
Uno de los aspectos del desarrollo del individuo es la aceptación de la realidad de la muerte, que es vivida por muchos ancianos como una liberación. Otros, en cambio, rechazan el hecho de morir y suelen rodearse de temor y angustia.
La aceptación de sí mismos:
La pérdida de capacidades y perder la independencia afecta de manera significativa la parte emocional de los abuelos el depender de alguien sabiendo que durante toda su vida ha sido un ser independiente es uno de los motivos más comunes por los que continuamente estos abuelitos se sumergen en depresiones.
Entre las posibles pérdidas de facultades (físicas, psíquicas, económicas, rol social o afectivas), las afectivas (muerte del cónyuge o de amigos suelen ir acompañadas de una gran tensión emocional y de sentimiento de soledad que es difícil de superar.
Por otro lado el envejecimiento implica un cambio de rol en la comunidad, dado que la sociedad occidental tiende a valorar solo el hombre activo, capaz de trabajar y generar riqueza. El gran cambio es la jubilación del individuo, que tiene dos consecuencias: las relaciones sociales disminuyen y los recursos económicos también. Con el deterioro físico y biológico consecuentemente sus funciones mentales.
También se ven afectadas: la memoria pierde su fluidez, dando cabida a los recuerdos, como parte importante de su diario de vida. Las percepciones disminuyen debido a las fallas orgánicas donde se debilitan los órganos de los sentidos.
Los pensamientos se tornan más emotivos, llevando las secuencias del pasado. Porque existe la correlación entre el cuerpo, la mente y el alma, la sociedad los delimita como seres que han cumplido con su ciclo de vida útil, que triste que en un país tan hermoso, multicultural y lleno de recursos se abandone y en muchas ocasiones se estigmatice el adulto mayor que ha sido en algunos casos el aporte a la ciencia o que tal vez nos salvo la vida por ser un médico prestigiosos y que en su vida productiva ayudo a una sociedad y porque no a la economía de una región en algunos casos de nuestro lideres
Políticos que muchos de ellos están recluidos en centros geriátricos, ancianatos y hospitales alejados de los suyos por la falta de amor de sus familiares para con los abuelos que son la herencia de una generación
No debemos olvidar que ellos han sido gestores y guías de sueños durante un grande periodo de nuestras vidas, que siempre de alguna manera nos brindaron apoyo y después como medida fácil tomamos la decisión de abandonarlos a su suerte o dejarlos en estos centros.
Carmen Contreras
El abordaje de esta tarea con la Sociedad es y tiene que ser compartida ya que en nuestra sociedad la vejez no tiene una aceptación positiva cada vez este tema se ha hecho más esquivo y pienso que es hora de abordarlo con responsabilidad y respeto que se merece, hay que ser conscientes de que en el camino hacia el envejecimiento se están produciendo cambios muy importantes en todos los niveles, funcionales, psicológicos y sociales, y estos cambios deben ser tratados con profesionalismo, tratar de mostrar a la sociedad la importancia de la atención a las personas mayores
Yoneira Garavito